viernes, marzo 8

En ruinas. En pedazos. Deshecho.

No puedo soportarme. Nada está bien. Es un día triste y otro también. Ni siquiera me salen las palabras. Solo siento que soy un cuerpo inerte, una mierda que pasa desapercibida en todo momento. Tan solo 17 años, casi 18. Me paso los días buscando respuestas a preguntas sin sentido. Ella no me quiere como antes. Ellos se pasan el día riñéndome. Amigos, tres o cuatro y no me entienden. Y la culpa no es suya, es mía.
Solo soy una persona que querría pasarse la vida escribiendo, sacando fotos y leyendo libros. Querría pasear bajo la lluvia cuando me apeteciera, olerla en todo momento y escuchar el mar a lo lejos. Querría ahogar las penas con un buen amigo sincero. Querría contemplar la noche estrellada, caminar sin restricciones, sentirme libre. Pero sobre todo querría pasarme toda mi vida a su lado, haciéndola sonreír con solo una mirada, y reír a carcajadas con mis tonterías, besarla y abarzarla durante el resto de mis días, perder la rutina en un rincón, y que de la misma formas nos perdamos los dos solos recorriendo el mundo. Me gustaría que volviera a morirse por mí, que volviera a necesitarme en todo momento.
Pero no, me paso el día quejándome de que todo me va mal en vez de luchar, y por más que escriba cómo me siento, sé que nada va a cambiar, ni yo, ni lo que me rodea. Me siento como una marioneta sin su titiritero, que no hace más que escribir y escribir. Ahora me pasaré la tarde debatiendo si publicar esto o quemarlo desde la azotea para que el viento y la lluvia se lleven cada palabra desintegrada. Si lo lees, aprende un poco de mí y lucha por lo que quieres, sin dudar, sin que nunca te falten ganas, demuéstrale al mundo que no solo hay inútiles como yo.
Y si no lo lees, bueno, en ese caso..

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