domingo, julio 13

10/7

El bus entraba por fin en la estación de Málaga. No paraban de llegarme mensajes suyos al móvil. "¿De qué color es el bus?, ¿dónde para?, ¡aquí no dice nada!, ¡la gente no para de mirarme!" Le iba a dar algo. A mí también.
En unos segundos el bus ya estaba parando en su andén correspondiente. Y la vi a través de mi ventana. Joder que si la vi. -Era aún más bonita que en las fotos.- No paraba de mirar a un lado y a otro. Golpeé la ventana a ver si me veía pero no surtió efecto. Se abrieron las puertas del bus y comencé a bajar las escaleras. Estaba ahí, a unos metros de mí, por fin. Ella miraba nerviosa hacia la otra puerta del bus. Bajé el último escalón, parpadeé y al abrir los ojos ya la tenía encima. Sentí como mi gorra desaparecía de mi cabeza, sus brazos rodeaban mi cuello, los míos su cuerpo. 'Estás aquí'. 'Estás aquí'. 'Estás aquí'.

No sé cuánto duró aquel abrazo, pero ojalá pudiera volver a vivirlo una y otra vez.

No me atrevía a soltarla, ¿era un sueño aquello? Contemplé su sonrisa durante unas milésimas de segundo que parecieron eternas y ya no pude soportarlo más. Ya no eran sus perfectos labios rosados, ni mis tristes labios cortados; eran nuestros labios. Nuestros. -Qué bonito suena, y qué bonito es.-

Volví a ver su sonrisa y sentí que me moría.

Y aunque tan sólo 11 horas más tarde iba a estar cogiendo el bus de vuelta entre lágrimas, os juro que jamás me he alegrado tanto de haber hecho algo en mi vida. "Demasiado bonito para ser verdad" contesto cada vez que me preguntan por aquel día. Y es que este momento solo fue el principio de aquel día, del mejor día que recuerdo -un día de playa, de Ma lady, de piques, de susurros, de besos, de abrazos, de bailar pegados sin música, de mil cosas que sólo nosotros recordaremos; un día dulce, un día con ella-.
Derribaré mil veces más la distancia. Quizás esto sólo haya sido una batalla, quizás haya mil más, pero haré lo que haga falta para ganarle la guerra; y algún día volveremos al mismo sitio, pero sin billete de vuelta.

Joder, te quiero demasiado.

jueves, julio 3

The madness of love

¿Qué me está pasando? - Me dije una y otra vez.
Estaba en un túnel sin salida, sin posibilidad de marcha atrás. Busqué acelerar y olvidar todo, hasta tal punto que me perdí. Estaba oscuro. De repente, sin saber cómo, apareció de la nada. Y ahora todo es luz.

Desde el "Buenos días" hasta el "Ojalá sueñe contigo". Yo que siempre me reí de la distancia, que trataba de locos a los que decían amar a personas que jamás habían visto, que jamás habían sentido. Supongo que por eso he caído en lo mismo. Pero joder, es que yo la siento aquí. Me recreo pensando en como será todo cuando estemos juntos, cuando la única distancia que haya entre nosotros sea la que decidamos mantener.
Quizás me estoy volviendo loco - sí, más loco de lo que ya estoy, sé que es difícil -, pero es cierto que vuelvo a tener esa sonrisa tonta cada vez que hablamos, es cierto que vuelven a brillarme los ojos. Es jodidamente cierto que me muero por verla, que en unos días no habrá kilómetros ni nada que nos detenga.

"En el amor siempre hay algo de locura, mas en la locura siempre hay algo de razón." - Friedrich Nietzsche

Y la verdad, no sé cuánto durará esto. No sé si la distancia hará mella y no podremos soportarlo, o si llegará alguien mejor que yo y todo se irá al traste. Ojalá nunca acabe. Pero sé que quiero pasar todo el tiempo que pueda a su lado, que tengo ganas de sacarle esa sonrisa que aún no he podido disfrutar a centímetros, que lo que más me apetece es abrazarla, contarle mil historias perdiéndome en sus ojos, acariciar su pelo.
Tengo ganas de ofrecerle un día dulce, un verano dulce, una vida dulce; y de que ella los acepte.

Por ella; por mí. Por ese 119 que pronto haremos pedazos. Por quiénes dudan de que lo consigamos. Por quiénes confían en que sí. Por el destino que nos ha unido.

Sé que esto es una locura, pero la vida en sí es una locura, y ahora ella es mi locura.

A ti, que me tienes loco y lo sabes, te quiero.